. Incido en la capacidad de observación (de observarnos a nosotros, los humanos) que tienen los objetos. Ahí tienes al radiador. A su alrededor la vida y 23 años hacen de las suyas en los rostros y en las pinturas de las paredes. Y él allí, imperturbable, riéndose con sus dientes largos.
2 comentarios:
.
Incido en la capacidad de observación (de observarnos a nosotros, los humanos) que tienen los objetos. Ahí tienes al radiador. A su alrededor la vida y 23 años hacen de las suyas en los rostros y en las pinturas de las paredes. Y él allí, imperturbable, riéndose con sus dientes largos.
:-)
Y nosotros nos iremos al otro barrio y seguirán campando por sus respetos, analizando a los que pasen por allí.
Publicar un comentario