¡Qué curioso! ¡Qué irreal!Navajazo hacia el Misterio, diría yo. Sin trampa ni cartón. La oblea de luz como un agujero-entrada para Alicia. Un agujero o un corte perfecto sobre los visillos de la Señora Realidad, entre las mareas artesonadas, como el corte limpio en el ojo de Buñuel. ¡Allá que nos vamos, querido J.! ¿Quién coloca el trampolín?
La llamada realidad está llena de grietas, las oportunidades de salida, abundantes. El trampolín está colocado, todavía tiembla después del salto del último valiente...
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¡Qué curioso! ¡Qué irreal!Navajazo hacia el Misterio, diría yo. Sin trampa ni cartón. La oblea de luz como un agujero-entrada para Alicia. Un agujero o un corte perfecto sobre los visillos de la Señora Realidad, entre las mareas artesonadas, como el corte limpio en el ojo de Buñuel. ¡Allá que nos vamos, querido J.! ¿Quién coloca el trampolín?
La llamada realidad está llena de grietas, las oportunidades de salida, abundantes.
El trampolín está colocado, todavía tiembla después del salto del último valiente...
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